“El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un antipartido, sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas. Porque en el fondo, la derecha es la aspiración a mantener una organización económica, aunque sea injusta, y la izquierda es, en el fondo el deseo de subvertir una organización económica, aunque al subvertirla se arrastren muchas cosas buenas.”[1]
Es la intención de este trabajo dejar de forma clara y diáfana que para nosotros sólo ha existido un movimiento que pudiera ser catalogado y recibir el título de Falange Española; con ello nos referimos al movimiento pergeñado como consecuencia de la celebración promovida por el Movimiento Español Sindicalista en fecha del 29 de octubre de 1933 en el madrileño Teatro de la Comedia con las intervenciones oratorias de Alfonso García Valdecasas y García Valdecasas, Julio Ruiz de Alda Miqueleiz y José Antonio Primo de Rivera y Saénz de Heredia.
El movimiento político, tal como gustaban definir y enorgullecer sus primeros afiliados, había surgido en el panorama político español a cobijo y sombra de la II Republica como consecuencia de la caída del régimen monárquico el 14 de abril de 1931.
Fue Falange Española uno más de los movimientos políticos aparecidos como consecuencia de la situación sociopolítica emergida en Europa tras la situación originada por el final de la I Guerra Mundial.
España que venia arrastrando su propio calvario tras la perdida de los últimos vestigios coloniales Cuba y Filipinas en 1898 y la Guerra del Rif o de Marruecos 1911 – 1927 precedía a los que posteriormente ocurriría a Alemania, Italia y Rusia como consecuencia de la I Gran Guerra o Guerra Mundial.
Salvando las distancias y circunstancias particulares de cada una de las naciones indicadas, lo cierto es que en el seno de la sociedad de estas naciones se encontraba el caldo de cultivo propicio para que con el tiempo florecería los partidos totalitarios en Alemania con los nacionalsocialistas, Italia con los fascistas, Rusia con los comunistas y España con el nacional sindicalismo.
El movimiento nacional sindicalista español, más y mejor conocido como Falange, se gesta a final de los años veinte e inicio de los treinta del pasado siglo mediante la proliferación de las diversas sensibilidades e interpretaciones de la nueva ideología política
El 14 de marzo de 1931 aparece La Conquista del Estado de Ramiro Ledesma, Onésimo Redondo publica el periódico Libertad el 13 de junio del mismo año, y el 19 de agosto funda las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica – J.C.A.H., de la unión de ambas resultara la fundación de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista – J.O.N.S. el 10 de octubre de 1931.
Un año más tarde Alfonso García Valdecasas transitara desde la Agrupación al Servicio de la República a la creación del Frente Español -F.E. el 7 de marzo de 1932; mientras que el 16 de marzo de 1933 José Antonio Primo de Rivera, Ernesto Jiménez Caballero, Rafael Sánchez Mazas y otro procedían a publicar la efímera revista de 16 páginas bajo la cabecera de El Fascio subtitulada Haz Hispano.
El 29 de octubre de 1933 tiene lugar el acto del Teatro de la Comedia de Madrid organizado por el Movimiento Español Sindicalista – Frente Español M.E.S. – F.E. de José Antonio Primo de Rivera, Rafael Sánchez Mazas, Julio Ruiz de Alda, Dionisio Ridruejo, Manuel Sarrión, Andrés de la Cuerda y Alfonso García Valdecasas el cual recibe la consideración de ser el preámbulo a la formación del genuino movimiento falangista.
El 3 de noviembre de 1933 surge en el panorama político español el nuevo partido político, de vida corta y efímera como tal, conocido como Falange Española – F.E.
Entre el 13 y el 15 de marzo de 1934, con la fusión entre Falange Española de José Antonio Primo de Rivera, Julio Ruiz de Alda y Alfonso García Valdecasas y las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista de Ramiro Ledesma y Onésimo Redondo se conforma la nueva organización política bajo el título de Falange Española de las J.O.N.S. – F.E. – J.O.N.S.
Dicho movimiento nacional sindicalista crece y se desarrolla a lo largo de los años 1934 y 1935.
Periodo corto, pero a la vez intenso de vida, sometido al constante acoso tanto de la derecha como de la izquierda española, sin olvidar las constante dificultades planteadas por las fuerzas gubernamentales dirigentes de la España de la II República.
En abril de 1936 con la llegada al poder del gobierno del Frente Popular de Izquierdas, se inicia junto a la persecución gubernamental el periodo de clandestinidad de la organización falangista, pese a que todas las intentonas gubernamentales fueron desautorizadas por las correspondientes sentencias de los Tribunales Superiores de España.
En marzo de 1936 se puede decir que toda la estructura de mando falangista se encuentra o bien detenida u obligada a esconderse de la persecución desatada tanto de los partidos marxistas como de las fuerzas policiales.
Muere, Falange Española de las J.O.N.S., el 20 de noviembre de 1936, con el fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera y es definitivamente enterrado el 20 de abril de 1937 con la promulgación del Decreto 255 también llamado de Unificación.
Insistamos en nuestra consideración de la existencia de la auténtica, única y verdadera Falange; posterior a ello otras deberán ser las consideraciones a tener en cuenta, entre las cuales cabe ser destacada la necesidad de ganar una guerra como consecuencia del fracaso del movimiento militar del 17, 18 y 19 de julio de 1936 y la de organizar una ficticia estructura política que sustente engañosamente mediante una toma prestada de la ideología nacional sindicalista con la cual revestir al movimiento militar surgido el 17 de julio de 1936.
A partir del 20 de abril de 1937 es donde se abre el camino a la desaparición del genuino movimiento nacional sindicalista de Falange, es, cuando al amparo y sombra de las necesidades de la guerra civil, surgen las que definimos como falanges con la creación del partido único bajo las siglas de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. – F.E.T. – J.ON.S. mutada posteriormente como Movimiento Nacional – M.N.
Otras Falanges que transitaran desde la creación de la Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S., al mando o dirección del general Franco como consecuencia de la negativa del falangista Manuel Hedilla Larrey segundo y último jefe natural de la organización falangista.
Así como hablamos de una sola Falange, debemos hablar de sus dos Jefes Nacionales; el fundador y primer Jefe Nacional José Antonio Primo de Rivera «El ausente» y del segundo con carácter provisional como gustaba de ser llamado y reconocido Manuel Hedilla Larrey «El defenestrado»[2].
Podemos hablar de la creación del partido único, surgido tras la unificación obligada de los monárquicos de la Tradición y de los más republicanos que monárquicos de Falange, además de la desaparición del resto de partidos políticos existentes en la zona de los militares, también conocida como Nacional.
Podemos hablar del Nacional Catolicismo, del Movimiento Nacional o del Franquismo, con todas las posteriores corrientes surgidas siempre al socaire de la evolución que la situación mundial obligaba a realizar a los diferentes gobiernos del general Franco durante el periodo que transitó entre 1939 y 1975.
Insistamos en ello, podemos hablar de todo ello, pero no en caer en la errónea consideración de que fuera todo ello la Falange, instauremos pues la utilización del concepto de Falanges.
Con ello se cumplirían las premonitorias palabras de José Antonio Primo de Rivera:
“La participación de la Falange en uno de esos proyectos prematuros y candorosos constituiría una gravísima responsabilidad y arrastraría su total desaparición, aun en el caso de triunfo. Por este motivo: porque casi todos los que cuentan con la Falange para tal género de empresas la consideran no como un cuerpo total de doctrina, ni como una fuerza en camino de asumir por entero la dirección del Estado, sino como un elemento auxiliar de choque, como una especie de fuerza de asalto, de milicia juvenil, destinada el día de mañana a desfilar ante los fantasmones encaramados en el Poder.
Consideren todos los camaradas hasta qué punto es ofensivo para la Falange el que se le proponga tomar parte como comparsa en un movimiento que no va a conducir a la implantación del Estado nacionalsindicalista, al alborear de la inmensa tarea de reconstrucción patria bosquejada en nuestros 27 puntos, sino a restaurar una mediocridad burguesa conservadora (de la que España ha conocido tan largas muestras), para mayor escarnio, con el acompañamiento coreográfico de nuestras camisas azules.”[3]
[1] Palabras pronunciadas por José Antonio Primo de Rivera en el Acto de Afirmación Nacional organizado por el Movimiento Español Sindicalista – Frente Español. M.E.S.-F.E. considerado como la antesala de la fundación de Falange Española el 29 de octubre de 1933.
[2] Miguel Hedilla Rojas. Manuel Hedilla. El falangista que dijo no a Franco. Editorial Almuzara. Córdoba 2013
[3] Circular de Falange Española de las J.O.N.S del 24 de junio de 1936. A todas la Jefaturas Territoriales y Provinciales.
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