(continuación)

Es entonces cuando nace la simbología de mando dentro de la estructura de la milicia falangista que inicialmente se correspondería con las diversas formas de composición militar adoptadas por el movimiento nacional sindicalista: Elemento, Escuadra, Falange, Centuria, Bandera y Tercio, a estas se deben añadir las de los mandos superiores establecidas en orden de mayor a menor como: jefe Nacional de Milicias, jefe Directo de Milicias y jefe Divisionario de Milicias.

Insistamos en el carácter de esta simbología aplicable a los componentes de la denominada Primera Línea de Falange y concretamente a los primitivos distintivos de mando. Para ello recordemos las palabras de Juan Manuel Cepeda[1] cuando nos confirma que «esos eran los únicos emblemas de mando de la Falange Española mientras vivió José Antonio Primo de Rivera» y muy concretamente cuando nos habla, Cepeda, en relación a los símbolos de mando que el propio José Antonio llevaba correspondientes a las tres estrellas de cuatro puntas en plata en su calidad de jefe Nacional de la Primera Línea o Milicia y no como jefe Nacional de Falange Española.

Dentro de esta división establecida; los símbolos correspondientes al mando o jefatura se conformaban con la utilización de yugos y flechas en plata situados justo debajo del emblema de Falange en el bolsillo lateral izquierdo de la camisa.

Los símbolos establecidos para la base estaban representados por el uso de flechas y yugos, mientras que los de rango superior lo serían por la combinación de estrellas de cuatro puntas que partiendo de menor a menor contingente de falangistas se corresponderían con: una flecha, dos flechas y tres flechas en plata para los jefes de Escuadra, Falange y Centuria mientras que a las unidades mayores les correspondería un yugo para los jefes de Bandera y dos yugos en plata para del Tercio

Las subjefaturas de dichas unidades serían portadoras del mismo distintivo que le correspondiera, escuadra, centuria, etc. siendo ésta en color rojo.

En cuanto a las jefaturas de mayor importancia dentro de la organización, siguiendo el orden anteriormente establecido de menor a mayor importancia, se correspondería a una estrella, dos estrellas y tres estrellas de cuatro puntas en plata que se corresponde a la de jefe Divisionario de Milicia, jefe Directo de Milicias y jefe Nacional de Milicias.

Por lo general se suele a tender a la mala utilización de “lucero” cuando en realidad le corresponde la de estrella tal como tan correctamente nos explica Juan Manuel Cepeda:

“Hemos buscado en todos los textos, discursos y cartas de José Antonio Primo de Rivera y vemos que en muy pocas ocasiones hizo referencia a las “estrellas” y casi ninguna a los “luceros”, la primera vez en el discurso o Mitin del Teatro de la Comedia, al decir: “Nuestro sitio está al aire libre, bajo la noche clara, arma al brazo y en lo alto las estrellas””[2]

La violencia ejercida sobre los afiliados a la Falange, concretamente la muerte del falangista, que hacia el número veinte de los caídos nacional sindicalistas, Jesús Sáinz Hierro[3], apuñalado en la localidad burgalesa de Arija, el 7 de octubre, crearía la necesidad de establecer unos símbolos que dejaran constancia de los méritos obtenidos por los falangistas.

Falange, en aquellos tiempos, además de estos veinte caídos, sumaba más de cien heridos.

Todo ello impelía a José Antonio hacia el planteamiento de la creación de lo que posteriormente sería denominado como Reglamento de Recompensas de FE-JONS.

Por tal circunstancia el 27 de noviembre de 1934 el propio José Antonio procedía a la firma del citado Reglamento de la Primera Junta de Recompensas[4] mediante el cual se procedería a la creación de seis categorías honoríficas con las cuales premiar la actitud o las consecuencias del cumplimiento del deber de los falangistas.

En su segundo artículo el mencionado Reglamento[5] establecía:

“Cuando algún militante se distinga en la realización de cualquier cometido, el Jefe de las J.O.N.S. a que pertenezca podrá acordar que se le cite, con expresión del hecho, en la orden local, y que ésta sea leída ante la centuria (o unidad inferior si en la localidad no la hubiere) donde esté encuadrado el militante”

Para continuar en el tercer artículo:

“Siempre que un Jefe de J.O.N.S. acuerde premiar con mención local a algún militante, lo pondrá en conocimiento de la Jefatura de la Primera Línea, por medio de la Jefatura provincial correspondiente, por si el Jefe de la Primera Línea, considerase el caso acreedor a más recompensa”

Dicho Reglamento de Recompensas establecía la relación de las mismas, de menor a mayor, estas eran: Mención Local, Mención general, Aspa Blanca, Aspa Roja, Palma de Plata y Palma de Oro.

Establecía dicho Reglamento los siguientes premios:

• Las menciones locales y generales para los militantes por distinguirse en la realización de cualquier hecho,
• Aspa Blanca para aquellos militantes que hubieran sufrido prisión u otro tipo de penalidad, por la prestación del servicio quince o más días,
• Aspa Roja para los militantes que en acto de servicio hubieran sido honrosamente heridos de consideración,
• Palma de Plata para los que hubieran realizado algún hecho de extraordinaria brillantez.

Mientras que la Palma de Oro se creaba como la más alta distinción que se pudiera conceder en la Falange, para su concesión se exigía la máxima parquedad y que los merecedores de tal distinción hubieran observado un comportamiento heroico.

El II Consejo Nacional de FE-JONS celebrado en Madrid entre los días 15 al 17 de noviembre de 1935 llevaría entre otras disposiciones la creación de los famosos Cordones con los cuales se distinguiría a los consejeros Nacionales y a los jefes Territoriales y Provinciales del movimiento falangista.

Los consejeros Nacionales serían portadores de un cordón rojo y negro con las borlas en oro mientras que los correspondientes a los jefes Territoriales y Provinciales deberían llevar un cordón similar al de los consejeros Nacionales mientras que en este caso las borlas serían en rojo y negro.

Todos estos emblemas y símbolos fueron los únicos creados durante el mando de José Antonio; el mismo José Antonio en contestación a las preguntas realizadas por el periodista Ramón Blardony[6] desde la Cárcel de Alicante el 16 de junio de 1936 las indica:

“El yugo y las flechas (dadle una insignia). Este distintivo es común a todos los afiliados. Los miembros del Consejo Nacional llevan un cordón rojo y negro, con borlas de oro. Los jefes Territoriales y Provinciales, el mismo cordón, con borlas rojas y negras. La camisa es azul oscura [sic], con las flechas y el yugo bordadas en rojo al lado izquierdo. Debajo del emblema, bordadas en plata o en rojo (según sean jefes o subjefes), llevan un yugo, tres flechas, dos o una, los que mandan unidades de primera línea”

Estos son los emblemas y símbolos estipulados bajo el mandato directo de José Antonio Primo de Rivera durante el periodo de formación de la Falange y como se observa muchos de ellos corresponden a la identificación del mando por los miembros de la denominada Primera Líneas.

A su vez, las Milicias de Primera Línea se distinguían de los afiliados de la Segunda Línea por ser portadores de un distintivo consistente en un ángulo en plata de 4 milímetros de ancho, colocado en el brazo izquierdo, a media distancia entre el codo y el hombro.

Posteriormente y ya iniciada la Guerra Civil se publicó en Burgos y con fecha del 4 de septiembre de 1936 el denominado Reglamento de Primera Línea de Falange Española de las J.O.N.S. en el cual además de establecerse el Código del militante y las Normas para el ingreso en la Primera Línea quedan estipuladas tanto la Organización como el Uniforme especificando claramente la camisa, pantalón, correaje y el gorro ateniéndose más ya a las necesidades de la unificación del uso de las prendas bajo el carácter impuesto por las necesidades de estructurar a la Milicia de Primera Línea como una unidad militar perfectamente organizada.

Es dentro de este Reglamento donde, además de los símbolos de mando indicados anteriormente, se establecen los distintivos de las distintas especialidades los cuales debían ir colocados en las hombreras de la camisa y que se correspondía a: Médico con una cruz de Malta en plata, Enfermero y Practicante con una cruz de Malta en rojo; Sanitario y Camillero con un brazalete amarillo con cruz en negro; Farmacéutico con una cruz de Malta en verde, Conductores con un automóvil niquelado encima del bolsillo derecho de la camisa, así como los correspondientes a los distintos enlaces: Enlace de Falange con una E en rojo en cada hombrera mientras que el Enlace de Centuria, Bandera y Tercio debía portar una E en plata en cada una de las hombreras.

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Elaboración propia:

Fuentes consultadas:

Estatutos de la FE-JONS. Madrid 22 de octubre de 1934.

Reglamento de la Junta de Recompensas de FE-JONS. Madrid 27 de octubre de 1934

Reglamento de Primera Línea de FE-JONS. Burgos 4 de septiembre de 1936.

Historias Desconocidas Memoria Azul (página de Facebook)

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[1] Juan Manuel Cepeda. Los distintivos de mando en la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera. ELMUNICIPIO.ES 13 junio 2018

[2] Ibidem.

[3] Cristóbal Córdoba. De cada cuatro cayeron tres. Persecución y muerte de la Falange Fundacional. Ediciones Esparta. Madrid 2016

[4] Emilio Alvargonzález Matalobos. Asturias 1882 – Madrid 1936. Comandante de Infanteria retirado por la Ley Azaña fue colaborador del General Primo de Rivera, siendo uno de los primeros afiliados a FE-JONS, era poseedor del carnet núm. 16. Desaparecido estando ingresado en el Sanatorio Francisco Rojas en el Paseo de Luchana de Madrid, donde ingreso por traslado desde el Pabellón de Presos del Hospital Militar de Carabanchel tras entregarse a los comunistas.

[5] Reglamento de la Junta de Recompensas de Falange Española de las J.O.N.S. Madrid 27 de noviembre de 1934.

[6] Periodista y redactor de la Associated Press.