Carlos Galindo Casellas (17 de mayo de 1902 Ronda – 23 de julio de 1938 Monterrubio) abogado, funcionario (secretario ayuntamiento) falangista y militar. Hijo de Antonio Galindo Alcedo, registrador de la propiedad en Palma e Inca y Antonia Casellas Vilató, estudió el Bachillerato en el Instituto de Palma formando parte de la promoción de 1918/9; casado con Rosa Osuna Ardizone.

A los 18 años, se alistó como voluntario para realizar el servicio militar en Melilla, donde participó en numerosos combates y operaciones militares en el Protectorado de Marruecos. Por su desempeño en el campo de batalla, obtuvo dos medallas de guerra y alcanzó el grado de teniente de Caballería. En 1932, pasó a la reserva, orientando su carrera hacia el derecho y la administración pública.
Como abogado, logró una plaza de secretario de ayuntamiento tras ganar el concurso-oposición. A lo largo de su trayectoria profesional, ocupó diversas plazas en Cuenca e Ibiza hasta que, el 7 de agosto de 1932, fue nombrado secretario del Ayuntamiento de Sineu, en Mallorca, procedente del Ayuntamiento de Falset, en Tarragona.
Falangista de las primeras horas, el diario Falange del 25 de febrero de 1939 lo menciona vistiendo la camisa azul mahón el 10 de abril de 1934. La primera referencia documental sobre su militancia en Falange data del 23 de abril de 1934, cuando Emilio Alvargonzález, jefe de provincias, informó a Alfonso de Zayas sobre una visita de Galindo en la que portaba correspondencia de la organización.
Antonio Nicolau señala su participación en diversas acciones realizadas por los falangistas mallorquines. Entre ellas, la colocación de cartelería con los lemas del nacionalsindicalismo: “España Una, Grande y Libre” y “Por la Patria, el Pan y la Justicia”, en vísperas del 14 de abril de 1935, así como la realización de pintadas con los yugos y las flechas en las calles por donde debía transcurrir la manifestación conmemorativa del aniversario de la II República.
La madrugada del 13 al 14 de abril, fue arrestado junto a Bartolomé Fullana por realizar estas acciones. Tras su liberación gracias a la amnistía otorgada por el aniversario, mediante la cual eran puestos en libertad todos los presos gubernativos, ambos falangistas remitieron el correspondiente informe sobre su actividad ordenada entregando la hoja de novedades en la cual de forma humorística sustituyeron la habitual frase de “Sin novedad, cumplido el mandato” por la de: “Con novedad y bastantes chinches”.
El 26 de febrero de 1936, fue trasladado como secretario municipal al Ayuntamiento de Rute, en Córdoba. Localidad donde le sorprendió el estallido de la sublevación cívico-militar del 17 de julio de 1936.

Puesto en contacto con el jefe de Falange de la localidad, participa en el acuerdo de la adhesión al movimiento y en la preparación de los pocos militantes falangistas. Tras la proclamación del Estado de Guerra procedió a la constitución de las fuerzas locales compuesta por 16 guardia civiles (1 alférez, 2 cabos y 14 números), 7 guardias municipales (1 cabo y 6 guardias), 11 guardias rurales (1 cabo y 10 guardas) 13 falangistas y 16 paisanos voluntarios al mando del teniente de Artillería Antonio Roldán Moscoso.
Nombrado el 21 de agosto comandante militar de Iznájar, la exigua fuerza del día 19 de julio la tropa disponible se componía además de los 16 guardias civiles señalados con un efectivo de 444 falangistas.
El 3 de diciembre de 1936 recibe copia de un telegrama del general Queipo de Llano mediante el cual se le ordena se presente al general Varela para ser destinado a un Tabor de Regulares de Infantería, pasaportado a Sevilla el día 6 del mismo mes sale rumbo al frente de Madrid.
Su periplo durante la guerra le llevó a combatir en Carabanchel, Usera, Aravaca, Villaverde y en el Jarama, Toledo y a orillas del Tajo. En agosto de 1937 estuvo en el frente de Aragón participando en la liberación de Teruel. Trasladado al frente de Extremadura estuvo en Peñarroya y en el sector de La Serena. El 23 de julio de 1938 caería en el frente de batalla de Monterrubio (Badajoz).

Fue ascendido a capitán de Caballería, en enero de 1938 logró la reincorporación a los Regulares. Es poseedor de dos medallas de guerra por sus acciones en Marruecos y la Medalla Militar Colectiva por su participación en la Guerra Civil Española.
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